EDUCACIÓN CONTEMPORANEA Y FEDERICO FROEBEL


Federico Froebel (1782-1852).
Es conocido como el teórico de la educación infantil. También es el creador de una doctrina pedagógica concebida dentro de los límites del idealismo. Doctrina en la que se articulan los elementos para la educación de la infancia, como punto de partida de la educación total humana.
Su posición en la historia del pensamiento educativo es única en su género. Aunque sus ideas principales ya sugeridas por Rousseau, en sus obras hay dos motivos por los cuales el mundo se ve obligado a tomar en cuenta esas ideas tal como son presentadas por él: en primer lugar, Froebel es maestro y establece su propia escuela en la que pone en práctica sus ideas; en segundo lugar, como consecuencia inmediata, sus ideas entusiasman a seguidores con un fervor casi evangélico, llevándolas del mundo académico al mundo real como un movimiento organización internacional respaldado moral y económicamente.
Las teorías educativas de Froebel están basadas en su creencia en la unidad de la naturaleza, en la realidad de las leyes naturales universales y en el espíritu divino que gobierna la vida del hombre como parte de la naturaleza.
El niño, decía, "debe observar, estudiar, y trabajar con la naturaleza, incluyendo la vida vegetal, animal y los objetos sin vida, para que obtenga un claro entendimiento de las formas siempre cambiantes de la vida sobre la tierra asi como las leyes de la naturaleza inorgánica".

Froebel piensa que el niño, por el estudio de la naturaleza y de su libre autoactividad en el jardín de niños, aprenderá sobre el mundo natural, acerca de los seres humanos, su prójimo y sobre su propio carácter e identidad. La naturaleza del niño es tal que puede pensar, actuar y crecer expresando deseos íntimos, sus intereses y sus facultades.
Coincide con Pestalozzi en que los niños nacen en posesión de facultades mentales específicas, pero afirma que el crecimiento, las facultades y la autorrealización se desarrollan a partir de los impulsos internos del niño a través de actividades espontáneas. "Pensar decía, es una clase de actividad, y esa actividad está comprendida  en otras formas de hacer, como en juegos, gestos, habla, canto y expresión motora". Por tanto, el saber y el hacer son aspectos de la misma actividad interior de autoexpresión y vida creativa. Asi como las plantas crecen ayudadas por la naturaleza, el niño se desenvolverá y crecerá si es ayudado por los padres y maestros y podrá expresar sus instintos utilizando sus facultades innatas. Esto lo lleva a proponer la siguiente analogía entre la planta y el niño, diciendo que éste es semejante a una planta y el maestro, a un jardinero, donde el maestro debe proporcionar el ambiento apropiado para que se desarrolle de modo natural y de acuerdo con sus mejores posibilidades.
El supone que el aprendizaje y el crecimiento sólo desarrollan los instintos y los intereses ya existes de los niños, que innatamente son buenos. Puesto que cree saber cuáles son esos instintos e intereses, procede a describir patrones de actividad como juegos, canciones predeterminadas y proyectos de construcción que satisfacerian las necesidades educativas de los niños y sus intereses espontáneos en sus etapas particulares de crecimiento. A niños de su jardín se les dan materiales sencillos -arena, arcilla, papel, cilindros y cubos- para que los utilicen formando diseños y haciendo objetos en actividades individuales o en grupo. También se estimula la imaginación escuchando y discutiendo cuentos de hadas, historias y leyendas.
 
Froebel confía en que a los niños les agrada y entusiasma expresarse a través de sus actividades dispuestas de antemano, porque son tomadas de sus experiencias en la vida y están diseñadas para que encajen en situaciones completamente familiares para ellos en el hogar y en la comunidad. El cree que las actividades son entonces tanto impuestas como espontáneas o creativas, abarcando muchas de las cosas en que están pensando los niño y haciéndolas, dejados a sus propios recursos y autodirección.
Es partidario del entrenamiento manual para los niños de más edad, no por razones vocacionales, sino más bien para desarrollar sus aptitudes y facultades, idea que nunca puede llevar a la práctica, ya que no hay oportunidad de organizar una escuela para tales niños.
Penetra en todas sus recomendaciones relativas al aspecto práctico de la educación. En primer lugar considera importante la unidad y continuidad en el plan de estudios. De hecho una de la críticas que le hace a Pestalozzi es que las diversas partes de su plan de estudios no están relacionadas entre sí. También hace referencia "a los individuos y universidades que habían dividido el campo de la educación en  áreas separadas de conocimiento". Exige un plan de estudios integrado y se opone a las estrechas especialidades en las materias de estudio.
Pretende que la educación sea tolerante, porque ésta da como resultado que el niño se desarrolle espontáneamente según sus mejores posibilidades. La educación ha de ser tolerante y de seguimientos; sí lo debe guardar y proteger y no dirigir ni decidir, ni impedir; esto lo lleva a postular la libertad en la educación.

Reconoce que el educando pasa por etapas diferenciadas de desarrollo: la infancia, la niñez, la adolescencia y la madurez y, como Rousseau, cree que cada una de ellas debe aprovecharse y disfrutarse plenamente, es decir, por ella misma, sin pensar en la siguiente o en la etapa de madurez. Sin embargo, Froebel piensa que para todo desarrollo hay un último objetivo que es la conciencia o la intuición.
Afirma que es fundamental que el educador procure satisfacer las necesidades intelectuales, emocionales y físicas del niño en cada etapa. El desarrollo satisfactorio en cada período, dice Froebel, sólo puede lograrse si se ha producido una realización completa, en los niveles anteriores de crecimiento. Esto es lo que ha conducido a subrayar la importancia del estudio del desarrollo del niño en los cursos de formación de maestros, ya que, al aceptarse, resulta indispensable que el maestro comprenda plenamente las necesidades y las características de cada etapa.
Sostiene que "el juego es el nivel más alto de desarrollo del niño. Es la expresión espontánea de pensamiento y sentimientos, es decir, una expresión que su vida interna necesita". Le da tal importancia al juego porque a través de él, el niño desarrolla sus cualidades personales para la vida adulta.
La actividad espontánea es valorada como auxiliar de la enseñanza, pues para Froebel ésta establece equilibrio entre la dirección espontánea del niño y la dirección planificada del maestro, le daba tal importancia, por qué la eficacia del aprendizaje se da a través de las propias realizaciones del individuo, es decir, aprender haciéndolo, más que la simple aceptación de información. El aprendizaje es un proceso más activo que pasivo, y Froebel destaca la actitud del niño como ejecutor antes que como receptor de hechos. La actividad espontánea también es valorada como medio para estimular la creatividad, ya que ésta se considera manifiestamente como una forma de juego y, por consiguiente, de autoexpresión: aunque constituye, con todo, una forma característica de juego. Con base en esto podemos afirmar que la pedagogía de Froebel es una pedagogía de la actividad espontánea y ésta debe considerar al niño como actividad creadora y despertar en él mediante estímulos, las facultades de éste, propias para la creación productiva.

Froebel afirma que la creatividad posee un valor intrínseco en relación con el desarrollo personal del niño.  En sus escuelas consigue sus objetivos estimulando el impulso del niño hacia la actividad, la investigación y el trabajo creativo. Es una institución donde los niños se instruyen y educan a sí mismos y en la que se desarrollan e integran todas sus capacidades a través del juego, con una actividad creadora propia y una instrucción propia espontánea.
Finalmente podemos recapitular las principales ideas pedagógicas de Froebel de la siguiente manera:
 
·         1. La educación no es una mera preparación para la vida sino una experiencia en el vivir presente que une el pensamiento a la acción.
·         2. La expresión motora y el aprender haciendo son los mejores métodos de ideas de aprendizaje; se adquiere conocimiento y habilidades y se desarrollan facultades.
·         3. Los niños deben ser guiados para que aprendan por experiencia en actividades de grupo a cooperar con otros a formar buenas actitudes y hábitos morales, ayuda mutua, bondad y amistad.
·         4. La espontaneidad, la alegría y una disciplina suave y razonable cuando sea necesaria que esté dictada por el amor a los niños, deben ser características de la situación escolar y del programa.
·         5. El ser humano crece como parte de la naturaleza, sujeto a sus leyes y, en consecuencia, debe ser estudiado -la misma forma en que se estudian las plantas y los animales- por los profesores y científicos.